La importancia de educar desde temprana edad

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Una experiencia de aprendizaje temprano de alta calidad puede ayudar a los niños a prepararse para aprender y tener éxito en la escuela y más allá de la misma. Los estudios han demostrado que tienen un impacto positivo en la preparación escolar, los resultados del aprendizaje y el rendimiento académico de los estudiantes desde el preescolar hasta la escuela secundaria.

Los niños en un preescolar de calidad tienen más probabilidades de ingresar al jardín de infantes, desempeñarse mejor en clase, desempeñarse mejor en matemáticas y lectura y es más probable que se gradúen de la escuela secundaria y vayan a la universidad. Un preescolar de alta calidad les brinda a los niños la oportunidad de aprender y expandir una serie de nuevas habilidades sociales y de desarrollo, tales como:

Habla, participa y socializa con tus compañeros y profesores.
Atención, sigue instrucciones y completa tareas.
Desarrollar músculos grandes y pequeños, así como habilidades motoras finas y fuertes.
Practique nuevas habilidades por sí mismos y ser persistentes cuando aprenden cosas nuevas.
Establecer una base sólida para las habilidades cognitivas como la lectura previa y las matemáticas básicas.

La adquisición de estos valores y habilidades importantes en el preescolar beneficiará enormemente la preparación escolar y el éxito de los estudiantes tanto dentro como fuera de la escuela.

Algunos de los cambios más importantes están relacionados con los aportes de las llamadas ciencias de la vida, como la biología, la psicología, la bioquímica, la neurobiología y sus diferentes ramas.
Estos aportes ayudan a cambiar las percepciones sobre el desarrollo de la inteligencia, lo que demuestra la importancia de los primeros años de vida en las personas.

La revelación más fuerte proviene del descubrimiento del sistema nervioso y el cerebro durante el proceso de formación inicial. En particular, la neurobiología ha demostrado que cuando un niño llega al mundo, tiene un potencial genético psicogenético, es decir, con posibilidades ilimitadas para desarrollar su capacidad intelectual.

En las primeras etapas de la vida, cuando se forma el sistema nervioso, este presenta una característica muy especial llamada plasticidad, que es la ductilidad del sistema nervioso que debe moldear diferentes habilidades. Si los niños no están lo suficientemente estimulados en los momentos iniciales de los mecanismos clave para realizar actividades y desarrollar habilidades, no pueden activar ciertas habilidades o talentos, desperdiciando así su potencial. Por tanto, muchos estudios afirman que gran parte de la inteligencia se forma antes de los 7 años (Bloom. 1964). En los dos primeros años se produce una estructura neuronal que ayuda a incrementar el potencial de aprendizaje, pues en esta etapa se forma una estructura biológica que provocará el proceso de aprendizaje.

La salud, la nutrición, la interacción social y los factores ambientales (Dobbing. 1987) influirán decisivamente en estos procesos. Al mismo tiempo, durante estos períodos de la vida, la atención plena y continua es fundamental para el buen desarrollo psicológico-físico de los niños. Una serie de hallazgos científicos lo confirman. Estos hallazgos indican que «en comparación con los niños que no reciben tal cuidado, los niños que reciben amor y cuidado continuo generalmente tienen niveles nutricionales más altos, sufren menos enfermedades y aprenden mejor» (Zeitlin 1990. Ref. Myers. (2000), de lo contrario, su estado inmunológico se verá afectado, lo que los hace más propensos a enfermedades y desnutrición, falta de motivación y capacidad de aprendizaje.

Si en la etapa inicial de la vida, especialmente en el llamado período crítico del desarrollo cerebral, es el momento de máxima flexibilidad en el neurodesarrollo (también llamado período sensitivo), es decir, la etapa de mayor sensibilidad donde el sistema nervioso es más sensible a las neuronas. Una serie de factores interferirán en su estructura normal, los niños estarán adecuadamente estimulados, comparados con otras personas sin estas influencias serán favorecidos y ventajosos, lo cual será observable en su proceso de aprendizaje por su estructura intelectual. Con mejores condiciones, la posibilidad de fracasar en la escuela y la vida disminuirá.

Por tanto, de acuerdo con estos conceptos científicos, en esta etapa temprana de un niño, es una condición «legítima» que los niños reciban una variedad de estímulos, debido a la gran cantidad de neuronas y sinapsis, también se le llama período de riqueza. Calcule de esta manera y asegure el desarrollo y difusión de las conexiones neuronales, beneficiando así el desarrollo de su capacidad intelectual; recordemos que «Estas sinapsis producen estructuras funcionales en el cerebro, que formarán la base fisiológica de las formas mentales que permiten la formación de las condiciones de aprendizaje» (AMEI 2001), y solo se producirán en grandes cantidades durante los primeros 2 a 3 años de vida; durante este período Después de eso, su generación disminuirá, lo que limitará la posibilidad de continuar desarrollando nuevas funciones.

¿Y vos, qué opinas de la educación temprana?

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